Desde que hace un año ganasemos la Nacional A con el Castro, el futbol sala me ha dado, prácticamente desde el mismo momento en el que ganamos la liga, muchos palos como entrenador de este deporte que tanto me gusta. Derrotas dolorosas, perder oportunidades muy interesantes y otro cúmulo de circustancias, pero nada comparable con la derrota del pasado sábado en Durango frente al Sasikoa.
Nos jugabamos la salvación prácticamente a una carta. El empate nos valía. Pero ganando por 0-4 a falta de cinco minutos, la presión pudo con nosotros y perdimos 5-4 con un gol imposible a falta de 5 segundos. Vaya palo. Vaya caras que se nos quedaron.
Ahora no es el momento de hechar la culpa a nadie ni de pensar que todo está perdido. Queda un partido que debemos ganar a un gran Peñucas si queremos poder vivir la esperanza de que el Muriedas, que no se juega nada, gane al Sasikoa. Por ello toca levantarse. No me quedan muchas fuerzas, pero esta semana hay que dar el último arranque. No nos queda otra. Si queremos morir depies, claro está.
Será un partido especial para mi, jugaré mi último partido en el banquillo basauritarra por el momento, y la verdad que me habría gustado llegar en otra situación, pero hay que afrontar las cosas como son. No queda otra. A partir de la semana que viene ya quedará tiempo de reflexión. De pensar que ha podido pasar, y de si merece la pena recibir tantos golpes para tan pocas alegrias. Es dificil de explicar, pero también muy dificil de asumir que algo que tanto te gusta te machaque tanto. Tras ello pensaremos, y sobre todo, esperaremos.
Por último, dar gracias a toda la familia del Soloarte, desde aficionados, que una vez más me pusieron la piel de gallina, pasando por directiva, cuerpo técnico y jugadores. Muchos de ellos han tenido la delicadeza de llamarme durante el duro día de ayer. Os lo agradezco de todo corazón. Sin lugar a dudas a sido mi día mas duro desde que soy entrenador (solo comparable con otro palo de hace menos de un año), pero si no hubiese sido por vuestra calidad humana, todo habría sido mas dificil. Eskerrik asko, y a levantar el animo todos juntos, que esto no se a acabado todavia.
Todo es parte de la formación. Ahora te ha tocado aprender de los momentos malos. Sin duda que lo superarás y además saldrás reforzado como entrenador y sobre todo como deportista.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor. Un abrazo, amigo.