Como decía alguien de la expedición, hicimos uno de los mejores partidos de la historia de este club en Ibarra, pero nos llevamos el mismo premio que siempre. De hecho, hasta el 1-0, tanto Ibarra como Soloarte estuvimos prácticamente perfectos. Elaboraciones largas, buenas defensas alternativas en diferentes zonas, no muchas, pero muy buenas paradas tanto de Igor Zabalo como de Jesús Buján, y mucho ritmo. El partido, escaso de goles, a tenido, a ratos, una gran calidad.
Como de costumbre, de un partido limpio y sin grandes problemas, dos desacertadas actuaciones de los colegiados han terminado por ensuciar un bonito espectáculo. El primero, en el saque de banda que concluyó con el 1-0 del Ibarra, marcado por Jagoba en propia puerta cuando intentaba evitar el paso al segundo palo, como dirían en Carrusel Deportivo, él no quería, pero el balón entro, y ante el requerimiento, por parte visitante, de una explicación a causa del saque de banda, su única contestación a sido textualmente "he tenido la duda". Vergonzoso. De ahí al final todo cambió. Nos expulsan, de forma justa, a Juanjo por manos fuera del área cuando hacíamos portero jugador para buscar el empate, aguantamos los 2 minutos con uno menos, y cuando conseguimos la igualdad a falta de 3.25, se monta la segunda. Balón fuera de banda, pido por tres veces, de forma adecuada y respetuosa, a 5 metros del mesa, y con él mirándome, un tiempo muerto. Al girar la cabeza hacia su mesa, entiendo que se dispone a marcar el tiempo muerto (todo esto mientras que un jugador a ido a buscar el balón a 10 metros respecto a la posición de saque), y cuál es mi sorpresa, cuando veo que la jugada continua. Ahí, me acerco rápidamente al mesa, repitiéndole en voz alta "que te he pedido tiempo muerto tres veces". Claro, aparece nuestro amigo, el de la jugada del primer gol, y esta vez no duda, me manda a la grada con una impotencia tremenda. Es decir, nos meten un gol en un saque de banda que ni tan siquiera los árbitros saben para donde era, me expulsan por un mesa que a saber lo que estaba pensando mientras le pedía un tiempo muerto, en el cual íbamos a aprovechar para preparar un ataque 5vs4 en situación favorable, después de 2 minutos sufriendo para defender la inferioridad, y encima, nos meten 2 goles en los últimos minutos del partido para fastidiar el viaje (en esto no tuvieron culpa los árbitros). A partir de mi expulsión a penas me acuerdo de nada, tan solo, de una impotencia general, que se me hace muy difícil de describir. Creo que no fui el único que se quedó con cara de tonto.
Desde aquí pido disculpas por mis formas a la hora de protestar a la mesa, pero en ningún momento comparto la decisión arbitral, la cual me parece totalmente injusta. Si ellos son los primeros que excusan sus propios errores, los cuales respeto, no creo que por protestar un claro error del mesa, sin proferir insultos ni similares, alguien deba perderse uno o dos partidos. Y creo que ni ellos mismos se lo creen, ya que un jugador se acercó a uno de ellos, y textualmente le dijo, "la culpa de su expulsión la tiene el empanado ese que no se entera", sobre lo cual no recibió ningún tipo de respuesta, de lo que yo deduzco lo siguiente: El que calla otorga o sino, algo tiene que callar.
En conclusión, perdimos 3-0, un resultado quizás demasiado abultado (al igual que decía a la contra la semana pasada), pero con un justo vencedor, ya que Ibarra aprovecho sus oportunidades mejor que nosotros y a dejado claro una vez más, el porqué de la gran temporada que están realizando. Seguimos fuera del descenso, aunque esta vez empatado a puntos con el Sasikoa, que ganó 9-8 a la UPV y se situa empatado con nosotros. Seguimos obligados a ganar este próximo viernes (20.00 horas Artunduaga) al Bilbo para seguir dependiendo de nosotros mismos en la lucha por la salvación, para después poder pensar en la visita a Durango para enfrentarnos al Sasikoa. Sin duda, los dos próximos encuentros decidirán media salvación.
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